El Día Internacional de la Mujer del 2018 pudimos disfrutar del voley con las más pequeñas y, además, me dieron la oportunidad de contarles por qué es tan importante este día y todo lo que hacemos cada día como mujeres y como deportistas.

Hoy es 8 de marzo y es el día internacional de la mujer.   Tanto las jugadoras de Superliga, grandes entrenadoras como Paula y Alicia y también nuestras madres y abuelas, hemos tenido que pasar por lugares o situaciones donde nos han dicho que no podíamos hacer algo o no nos han escuchado por ser mujeres, así que hoy es un día para recordarnos que se equivocan, que nosotras las mujeres podemos con todo. Que somos muy fuertes, más fuertes de lo que cada una piensa que es, y que juntas somos mejores, si nos apoyamos entre nosotras y no dejamos que nadie nos diga que no podemos, entonces seguiremos cambiando el mundo. Seguid viniendo al pabellón cada semana a divertirse, a jugar y a competir y no dejar que nadie les diga que no podéis hacer algo por ser niñas. Nosotras podemos con todo y podemos cambiar el mundo.

Esta temporada pude rodearme en mi cotidianidad de estas niñas, jugadoras que empiezan a disfrutar de este deporte. Me dieron la oportunidad de sentarme frente a ellas a hablar de cómo había empezado yo, cómo me sentía, qué hice, entrenadores, compañeras, el trabajo en equipo… Me sorprendieron las preguntas, como tenían claro qué es el deporte en equipo, qué es el voley, desde su máxima inocencia y frescura, casi sin saber que lo que me contaron es tan importante. Me hicieron reír, me sonrojaron y me preguntaron cosas que no supe responder, pero sobre todo, me recordaron por qué juego a este deporte, me hicieron ver que las razones y motivaciones por las que empecé seguían ahí, intocables y era lo que me hacía querer ir a  jugar con mis amigas y compañeras cada día. Parece que nos hacemos adultos y tomarse las cosas en serio es obligatorio, pero no nos olvidemos de que el deporte es un juego, donde podemos competir para tener la satisfacción de hacerlo bien y la rabia de perder y hacerlo mal. Es un juego, como hacías en el jardín de tu casa, en el patio del cole, como en la vida. Y en la vida hay que jugar y divertirse.